Cenotes (cuevas submarinas) Dos Ojos en la Península de Yucatán, México

Los Dos Ojos son uno de los varios sistemas de cuevas submarinas de México y una experiencia absolutamente inolvidable para los buceadores de cuevas. Sólo en el estado de Quintana Roo, la longitud total de las cuevas exploradas es de unos 1.000 kilómetros.

Dos Ojos significa "dos ojos" y hace referencia a un espectáculo único en México, que también figura en nuestra lista de los 10 mejores lugares de interés de México. El sistema de cuevas de Dos Ojos, muy popular entre los buceadores, tiene unos 82 kilómetros de longitud y reúne 28 cenotes, lo que lo convierte en el tercer sistema de cuevas submarinas más grande del mundo, después del Sistema Ox Bel Ha y el Sistema Sac Actun.

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Este último se encuentra a solo 6 metros del Dos Ojos en su punto más cercano. En agosto de 2012 se descubrió una conexión entre el Dos Ojos y el Sac Actun, que conduce a través de un pasadizo seco. El sistema de cuevas Sac Actun/Dos Ojos alcanza así una longitud de 311 kilómetros, lo que la convierte en la segunda cueva más larga del mundo después de Mammoth Cave, en el estado norteamericano de Kentucky.

En enero de 2018, los investigadores encontraron por fin una conexión subterránea. Dos Ojos y Sac Actun forman así el mayor sistema de cuevas de este tipo del planeta.

¿Qué son los cenotes?

Estalactitas en los Cenotes de Dos Ojos en México - © Armin Lehnhoff / Shutterstock
© Armin Lehnhoff / Shutterstock

Los cenotes son agujeros de piedra caliza en el suelo, parecidos a dolinas, creados por el hundimiento de cuevas. A diferencia de las dolinas, conocidas como hundimientos de tierra procedentes de las montañas, los cenotes se llenan de agua dulce y han creado así increíbles mundos submarinos.

Al igual que Dos Ojos, la mayoría de los cenotes de México se encuentran en el estado de Quintana Roo, con unos 900 en total. También hay algunos de estos agujeros de entrada a otro mundo en la península de Yucatán y al otro lado de la frontera mexicana, en Belice. El cenote Ik-Kil es uno de los más famosos. Sólo en Quintana Roo, la longitud total de las cuevas exploradas ronda los 1.000 kilómetros.

Por término medio, las cuevas submarinas tienen unos 15 metros de profundidad, pero hay récords de hasta 100 metros. Los mayas los consideraban entradas al inframundo y utilizaban los agujeros aparentemente sin fondo como lugares de sacrificio. Para los mayas, sin embargo, los cenotes también tenían un uso vital. Como toda civilización primitiva, también dependían del suministro de agua que les proporcionaban los cenotes.

Lo que el Nilo, el Éufrates o el Ganges fueron para otras culturas, este mundo submarino lo fue para los mayas, por lo que también se le conoce como el"Gran Río de los Mayas". Los científicos también atribuyen la exuberante vegetación de la península de Yucatán, a pesar de la sequía, a este sistema de riego oculto. A menudo la única fuente de agua durante las calurosas estaciones secas, también atraen repetidamente a sus orillas a una gran variedad de animales.

Bucear en Dos Ojos

Para un submarinista, visitar Dos Ojos es una experiencia inolvidable. Tendrá la sensación de estar flotando en agua a 25 °C por el extraño mundo de una cueva de estalactitas. En la "Cueva de los Murciélagos" se atraviesan extrañas estalactitas o, a través de una pequeña abertura, se entra en el fantástico "Templo de la Perdición", con sus estrechos pasadizos y magníficas formaciones rocosas.

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La vista es fantástica y podrá conocer a otros habitantes. Tortugas de estanque, cíclidos, carpas cíclidas, siluros antena y varios gobios y tetras se sienten como en casa. En los cenotes mexicanos habita el tetra ciego de las cavernas, que sólo se encuentra en el estado de San Luis Potosí y únicamente en tres cuevas diferentes.

Precaución: ¡Bucear en los cenotes puede poner en peligro la vida! Los buceadores de aguas abiertas sin experiencia en cuevas nunca deben descender a los cenotes sin instrucción previa. En caso de dificultades, no puedes simplemente salir a la superficie, sino que quedas atrapado en la cueva. Hay que bucear el camino de vuelta, que puede ser de varios kilómetros. Por ello, es imprescindible llevar más oxígeno del necesario, preferiblemente el doble en diferentes botellas. Algunas cuevas son como un laberinto, así que siga los caminos marcados. Es fácil perderse en zonas inexploradas y los techos de las cuevas pueden derrumbarse con facilidad. Lleve varias linternas y recuerde siempre la conocida regla del buceo: NUNCA bucees solo.

Si se observan los Cenotes Dos Ojos desde el aire, se puede ver un anillo semicircular casi perfecto. Los investigadores creen que estas fracturas en el paisaje subterráneo son el borde del cráter del impacto del famoso meteorito Chixculub hace unos 65 millones de años - el meteorito que también se asocia con la extinción de los dinosaurios.

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