Los géiseres del Sol de Mañana se encuentran en el impresionante paisaje desértico de Bolivia, en el departamento de Potosí. A una altura de entre 4.850 y 4.910 metros, Sol de Mañana es el campo de géiseres más alto del mundo.
El campo de géiseres de Sol de Mañana, en Bolivia, que abarca unos 10 kilómetros cuadrados, es famoso por su espectacular actividad volcánica. Se encuentra al suroeste de la Laguna Verde, de color verde esmeralda, y muy cerca de la Laguna Colorada, poblada de flamencos.
Situado a una altura de entre 4.850 y 4.910 metros, es el campo de géiseres más alto del mundo. Tiene un lugar permanente en nuestra lista de los 10 mejores lugares de interés de Bolivia.
¿Por qué el campo de géiseres olvidado por Dios se llama "Sol de la Mañana"? Porque su aspecto es aún más espectacular con el sol naciente que durante el día.
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Detrás de las coloridas montañas...

Incluso el trayecto hasta Sol de Mañana es una pequeña aventura. La carretera atraviesa un paisaje lunar de montañas de color amarillo-naranja-rojo-marrón, que constituyen un espectáculo inolvidable contra el cielo azul a casi 5.000 metros de altura.
Esta cadena de colinas no se llama"montañas de colores" por nada. El esplendor del color es el resultado de la actividad volcánica durante el plegamiento de las montañas. Los depósitos de cobre, hierro y otros sulfatos dan a los flancos de las montañas su aspecto colorido.
El árido paisaje del desierto se ve interrumpido repetidamente por caprichosas figuras moldeadas por el viento y el clima. A unos 4.400 metros de altitud aparecen las primeras fuentes termales, en algunas de las cuales se pueden calentar los pies.
...yacen los agujeros hirvientes

Cuanto más se adentra uno en la zona de Sol de Manana, más salvaje se vuelve el paisaje. Los lagos de lava burbujeantes, los charcos de barro hirviendo y las fuentes termales se alternan con los ríos humeantes y los agujeros de la tierra que salpican. A veces, la atmósfera es como la que había poco después de que se formara la Tierra. Todo está caliente y lleno de vapor, el suelo humea y sisea y escupe fuentes blancas de vapor y agua hasta 50 metros en el aire.
Las fumarolas, agujeros humeantes en el suelo, y los géiseres, los agujeros que escupen agua en la tierra, desprenden un infernal olor a azufre. El entorno hostil de vapor y gases y la gran altitud crean condiciones de supervivencia bastante difíciles para los animales. Sólo unas pocas vicuñas, criaturas parecidas a las llamas del altiplano sudamericano, merodean entre los burbujeantes agujeros del suelo.